Mal: Tú que vas a entender. ¿Sabes lo que es amar a alguien? ¿Ser la mitad de un todo?
Ariadne: No...
Mal: A ver si entiendes esto:estás esperando un tren, un tren que te llevará muy lejos. Sabes dónde quieres que ese tren te lleve, pero no dónde te va a llevar. Pero no te importa. ¿Cómo puede no importarte donde te lleve ese tren?
Sara: Quiero ser parte de la solución, no del problema. Michael: “Si quieres cambiar el mundo, cambiate a ti mismo.” ¿Qué? Sara: Es la cita que elegi para mi graduación. Michael: ¿Es tuya? Yo pensaba que era de Gandhi.
Carrie: ¿Te acuestas con Steve? Miranda: Me acosté una vez, en singular. Y por compasión, me sentía fatal porque sólo tuviera un huevo. Carrie: Ya veo que no necesita el otro... Miranda: ¡Y que lo digas! Parece que el otro era puramente ornamental. Cielos, soy una idiota.¿Por qué no usaríamos un condón? Carrie: ¿No se os ocurrió? Miranda: Carrie, él sólo tiene un huevo y yo los ovarios vagos. ¿En qué mundo retorcido sale de eso un bebé? Carrie: Sí, lo comprendo. Miranda: Es como las paraolimpiadas de la concepción.
Daniel: Sam, no tienes nada que perder, y te arrepentirás si no lo haces. Yo nunca se lo dije lo suficiente a tu madre. Tendría que habérselo dicho cada día, porque era perfecta cada día. Las películas no se acaban hasta que sale la palabra fin. Samuel: ¡Vale papá, hagámoslo! ¡Y que el amor nos cosa a leches! *